Los seres humanos somos mamíferos, uno de los grupos de animales vertebrados más complejos. Nuestro cuerpo está organizado en sistemas de órganos que actúan de manera conjunta y coordinada; de este modo, estos sistemas llevan a cabo todas las funciones propias de los seres vivos. La nutrición incluye cuatro procesos principales: la digestión, la circulación, la respiración y la excreción. Cada uno de estos procesos es realizado por un sistema de órganos.

Nuestro cuerpo, al igual que el de todos los seres vivos, se comporta como un sistema abierto, ya que intercambia materiales, energía e información con el medio: el aire que inspiramos y espiramos, los alimentos que ingerimos y los movimientos que realizamos al hacer un deporte son algunos ejemplos de esos intercambios. La función de nutrición posibilita que el organismo humano incorpore los materiales del ambiente. Con estos materiales crecen, reparan sus partes dañadas y obtienen la energía necesaria para realizar sus actividades. La nutrición también incluye la eliminación de sustancias tóxicas fuera del cuerpo. Además, capta señales del ambiente y responde a ellas. Así, consigue alimento y agua, se aleja de sustancias dañinas, busca pareja para reproducirse, entre otras funciones. Estas actividades se encuadran dentro de la función de relación, dado que implican el intercambio de información del ser vivo con el entorno. Los animales más complejos, como los mamíferos, captan las señales del ambiente mediante los sentidos. Además, las funciones de nutrición y relación permiten que el organismo humano mantenga su equilibrio interno, que es muy diferente del ambiente que lo rodea.

En el mundo existen millones de seres vivos diferentes. Al clasificarlos, podemos describir las maravillas de la naturaleza y su diversidad. 

Hasta el siglo XIX, todos los seres vivos se englobaban en dos reinos: Animalia y Plantae. Sin embargo, a partir de esa época, coincidiendo con el uso de nuevas técnicas de observación, se descubrieron nuevos organismos que no tenían cabida en los reinos anteriores como, por ejemplo, los hongos y las bacterias.

Por eso, en 1985, Lynn Margulis junto con V. Schwartz deciden adaptar la antigua clasificación de 1969 en cinco reinos de R. Whittakker, y los nombraron de la siguiente manera: Monera, Protoctista, Fungi, Plantae y Animalia.


El ser humano a través de los años ha venido estudiando a los seres vivos presentes en la naturaleza, al encontrar

una amplia variedad de especies, no se determinaba con precisión como nombrarlos ni como agruparlos, se vio la

necesidad de crear una clasificación para todas las especies estudiadas, y las que vendrían en camino, por

consiguiente se han establecido las principales características que debe poseer un ser vivo para pertenecer a

algún agrupamiento de estos, lográndose distinguir cinco grupos generales clasificatorios, lo que algunos

autores llaman reinos de la naturaleza. 

Caminan sobre el planeta tierra desde mucho tiempo antes que los hombres, existen cientos de miles de especies sobre ellos, y aunque creemos que los conocemos, en realidad son todavía un misterio en su comportamiento, conductas, biología y diversidad, hablamos de los animales.

Los animales son aquellos seres vivos capaces de moverse, y que carecen de clorofila y de paredes celulares, es decir que son muy distinto de las plantas.

Los hombres son incluidos dentro del grupo de los animales, aunque a diferencia de estos poseen la capacidad de pensar.

Todos los animales, a lo largo de su historia y evolución, se han adaptado de la mejor forma posible a las condiciones del planeta para continuar su desarrollo y supervivencia de la especie.

En este curso descubrirás qué es el movimiento, y aprenderás a diferenciar la ausencia y presencia del movimiento en los cuerpos